lunes, 14 de noviembre de 2016

Negro futuro para la vivienda

El número de nuevos hogares se desploma hasta 2031 La creación de nuevos hogares se ralentiza. Apenas 60.000 al año hasta 2031, lo que tendrá fuertes consecuencias económicas. En particular, en las industrias anexas
Los datos son espectaculares. Y ponen de relieve cómo la crisis demográfica tendrá consecuencias negativas sobre el sistema productivo. En particular, sobre la construcción de viviendas y su industria auxiliar. Las proyecciones del Instituto Nacional de Estadística (INE) estiman que en los próximos 15 años, hasta 2031, se crearán en España apenas 902.633 hogares. O lo que es lo mismo, 60.175 hogares cada año.
Para hacerse una idea de lo que significa esa cifra, hay que tener en cuenta que entre 2001 y 2011, según el Censo de Población y Vivienda, se crearon, cada año, 389.652 hogares. Es decir, seis veces más que en el futuro inmediato, lo que refleja el intenso cambio demográfico que se ha producido en España. Si bien con fuertes diferencias territoriales. Un reciente estudio del Banco de España estimaba que en el escenario base (no se produce fuerte aumento de inmigrantes), el número de hogares decrecerá en la tercera parte de las provincias españolas en la próxima década.
En los años de expansión, como se sabe, la entrada de inmigrantes se disparó, y ello contribuyó de manera decisiva a orientar el patrón de crecimiento —junto al contexto macroeconómico y los tipos de interés— hacia la vivienda y otras industrias anexas. Máxime cuando la construcción no exige, como regla general, elevada cualificación. profesional.
En los próximos años, sin embargo, sucederá todo lo contrario. Si no cambia la realidad demográfica, el 'ladrillo', muy intensivo en mano de obra, seguirá perdiendo importancia en la economía respecto del PIB, con todas las implicaciones que ello tiene. Industrias como las destinadas a fabricar bienes de consumo duraderos (televisores, cerámica, mobiliario o lavavajillas) dependen en buena medida de la construcción de viviendas.
No se trata de un fenómeno puntual. Ni siquiera en 2015, con un fuerte crecimiento económico y después de que los precios de la vivienda hayan caído en términos reales (sin inflación) cerca de un 40%, el número de nuevos hogares apenas se incrementó en 43.100 unidades, lo que refleja la intensidad del fenómeno.
Hay que tener en cuenta, además, que el mercado inmobiliario todavía está pendiente de absorber los excedentes del 'boom' inmobiliario registrado en los primeros años del siglo, lo que hace más difícil que el sector de la vivienda tire con fuerza. Los años del 'boom'
De hecho, los incrementos de demanda que se han producido en los últimos años están influidos de forma muy relevante por la compraventa de pisos de segunda mano o con la adquisición de viviendas construidas en los años del 'boom' (todavía existe medio millón de viviendas sin vender), más que con la oferta de primera mano. No hay que olvidar que, según los datos del INE, el 68% de las viviendas construidas en España fueron edificadas después de 1971, lo que refleja un parque inmobiliario todavía joven que tardará tiempo en ser sustituido. Hoy se venden dos veces más viviendas usadas que nuevas.

lunes, 7 de noviembre de 2016

El Alquiler se dispara en las grandes ciudades

El precio medio del alquiler sube un 5,09% en el tercer trimestre

  Según el informe trimestral de precios de alquiler
la vivienda en alquiler en España en septiembre de 2016 tuvo una superficie media de 112 metros cuadrados y una renta media mensual de 661 euros. Esta cifra marcó un ascenso del 0,30% frente al mes de agosto y una subida del 5,09% respecto junio. Interanualmente, el repunte fue del 9,26%.
La remontada que viene caracterizando a las rentas desde hace un tiempo está siendo muy pronunciada. Se estima que este llamativo avance tendrá dos posibles consecuencias. Por una parte, “el interés por adquirir viviendas en lugares estratégicos con un alto retorno alentará una avidez inversora ya de por sí elevada”. En este sentido “un mayor volumen de oferta disponible podría ayudar a mitigar una posible burbuja del arrendamiento, haciendo que los incrementos sean más moderados”.Por otro lado “los precios del alquiler pondrán cada vez más difícil a los inquilinos encontrar una vivienda que se ajuste a su presupuesto”. “En ciertas zonas, pagar una hipoteca compromete un porcentaje de los ingresos mucho menor, siendo el ahorro previo lo único que detiene el trasvase masivo de una forma de tenencia a otra”. Esta situación sería contraproducente porque “convertiría en papel mojado los esfuerzos del mercado por hacer del alquiler una fórmula de acceso a la vivienda con influencia, capaz de atraer grandes empresas dispuestas a profesionalizarlo”.